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Preposición por adverbio


Yo comparto la idea de que las preposiciones debilitan la categoría poética del verso. Y, al igual que muchos estudiosos de la relación entre el lenguaje y la poesía, me resultan partículas, más bien, naturales de la prosa; es decir, que las preposiciones pueden crear, al menor descuido, prosaísmo en un poema. Se las debería utilizar lo menos que se pueda (y menos aún en inicio de versos). Pero, también hay que decir que, en casos concretos, son útiles para crear anáforas, y como recurso de repetición para enlentecer una cláusula. Generalmente, el cambio por un adverbio fortalece la semántica del verso. Ejemplo:


Poeta: tu destino está en el verso,
con el rumor del canto. (con preposición)

Poeta: tu destino está en el verso,
junto al rumor del canto. (con adverbio) 



Quiero agregar que este detalle se debería tener más en cuenta en los poemas métricos, donde la ubicación de los vocablos resulta mucho más determinante para la expresión y la eufonía que el verso libre.

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